¿Un buen juego o le falta chispa?
Pues sí, le he dado bastantes vueltas a A.D.E.L.E. últimamente, tanto en solitario como con mi grupo de juego, y creo que ya tengo una opinión bastante formada. Hay cosas que me encantan, pero también otras que me han dejado con ganas de más, especialmente en la versión retail sin la expansión de los escenarios.
A.D.E.L.E. en solitario: ¿Una buena compañera de batallas?
Empecemos por el modo solitario. La verdad es que me ha sorprendido gratamente lo bien que escala. Me ha parecido muy entretenido y desafiante. La gestión de las acciones, el tener que pensar tus movimientos con antelación y la incertidumbre de lo que va a pasar te mantienen enganchado. Es un rompecabezas que te obliga a exprimir cada turno para ser eficiente. Además, en solitario contamos con una ayuda invaluable: el dron. Este compañero mecánico, que nunca se agota, es un recurso crucial para planificar nuestras jugadas y nos da esa flexibilidad extra que a veces marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. Si buscas un juego para esos ratos muertos en los que quieres darle al coco sin depender de nadie, A.D.E.L.E. cumple de sobra. No se siente como una adaptación forzada del multijugador, sino como una experiencia diseñada para un solo jugador.
A.D.E.L.E. en multijugador: ¿La compañía es la clave?
En cuanto al multijugador, la dinámica cambia un poco. Aquí es donde A.D.E.L.E., que es una Inteligencia Artificial, brilla como un juego semi-cooperativo y asimétrico. Un jugador asume el rol de A.D.E.L.E., la IA que intentará desbaratar los planes, mientras que el resto de jugadores, los astronautas, programan sus acciones. La tensión viene de esa fase de programación oculta tras una pantalla, donde cada uno decide sus 4 acciones. Los jugadores se comunican y planifican, sabiendo lo que harán, pero la gracia está en hacerlo de forma ambigua para que la persona que hace de IA no lo deduzca. Luego, se retiran las pantallas y se ejecutan las acciones. La clave, y lo que lo hace tan divertido, es que A.D.E.L.E. ejecuta su turno antes que los jugadores. Esto significa que esa programación que hicimos con tanto mimo puede verse completamente alterada por los movimientos de la IA. Hay una buena tensión por ver quién consigue los objetivos primero, y las risas están aseguradas cuando ves a alguien haciendo malabares para conseguir esa última pieza o esa misión que le da la victoria, a pesar de los contratiempos de la IA. Las partidas son ágiles, y eso se agradece, ya que no se hacen eternas. Los astronautas tienen dos formas principales de ganar: destruir a la IA con un hacha (sí, ¡con un hacha!) o bien, escapar en la lanzadera.
El punto flaco: La profundidad en la versión retail y la confusión del manual
Ahora bien, y aquí es donde viene el «pero» más grande que le he encontrado: la profundidad. Y ojo, no hablo de dificultad. El juego es desafiante, no me malinterpretéis. Requiere planificación y pensar bien tus movimientos. Mi queja va más por el lado de la variedad de objetivos. En la versión retail básica, la que tenemos muchos, te limitas a cumplir un par de misiones para ganar. Y esto, después de unas cuantas partidas, se vuelve un poco monótono.
Da la sensación de que, una vez que le pillas el truco a la estrategia para conseguir las misiones básicas, se repite un patrón. No hay muchas variables que te obliguen a cambiar drásticamente tu enfoque de una partida a otra. Entiendo que esto está pensado para la expansión de los escenarios, que por lo que he oído, es la que realmente abre el juego y le añade esa capa extra de complejidad y rejugabilidad que le falta a la base. Sin ella, siento que me he quedado a las puertas de la experiencia completa que ofrece el juego.
Otro pequeño punto negativo, que no es grave, pero me ha sacado de quicio un poco, es lo confuso del manual en ciertos puntos. Especialmente en la acción de «registrar», no queda del todo claro cómo se adquieren las losetas de objetos. En las redes he visto gente que interpreta que se adquieren las losetas boca arriba, mientras que otros entienden que se cogen boca abajo. No es que rompa el juego, pero sí que genera esas dudas iniciales que te obligan a buscar clarificaciones o a ponerte de acuerdo con tu grupo. ¡Un pequeño detalle a pulir!
¿Es A.D.E.L.E. el «Nemesis de bolsillo» que necesitamos?
Más allá de esos pequeños peros, hay algo que quiero destacar: A.D.E.L.E. es un juego muy temático. Se siente la tensión de la supervivencia, la gestión de los recursos limitados y la amenaza constante. La ambientación está muy lograda, y eso ayuda mucho a la inmersión.
En cuanto a las mecánicas, son bastante sencillas de aprender. Es un juego fácil de sacar a mesa, y eso siempre se agradece cuando no tienes mucho tiempo o quieres iniciar a alguien en el hobby. Sin embargo, no te confundas: que sea fácil de aprender no significa que sea fácil de dominar. ¡Todo lo contrario! Requiere muchas partidas para dominarlo de verdad, para entender las sinergias, los momentos oportunos para cada acción y cómo optimizar tus turnos. En ese sentido, es un poco como un «Nemesis de bolsillo». No tiene la misma escala ni la misma profundidad narrativa, pero sí captura esa esencia de «supervivencia dura» con mecánicas pulidas que te obligan a pensar constantemente, todo en un formato más compacto y accesible.
En resumen: ¿Lo recomiendo?
Sí, lo recomiendo, pero con matices.
- Pros:
- Muy divertido en solitario: Una experiencia desafiante y bien diseñada para un jugador, con la ayuda estratégica del dron que nunca se agota.
- Partidas ágiles en multijugador: No se alarga en exceso y el pique está asegurado gracias a su naturaleza semi-cooperativa y asimétrica. La mecánica de programación oculta y la comunicación ambigua entre los astronautas añaden una capa de estrategia muy interesante y divertida.
- Tensión constante: Siempre estás pensando en cómo optimizar tu turno, especialmente al no saber qué hará A.D.E.L.E. (la IA).
- Buen juego temático: La ambientación de supervivencia está muy bien conseguida.
- Mecánicas fáciles de aprender, pero difíciles de dominar: Un juego con mucha rejugabilidad por el desafío que plantea.
- Fácil de sacar a mesa: Ideal para partidas rápidas y para iniciar a nuevos jugadores.
- Contras (especialmente en la versión retail sin expansión):
- Poca profundidad: La repetición de objetivos básicos puede llevar a la monotonía a largo plazo.
- Se siente incompleto: Da la impresión de que necesitas la expansión para desbloquear todo el potencial del juego.
- Manual un poco confuso: Algunos puntos, como la adquisición de losetas de objetos, no están del todo claros.
En definitiva, A.D.E.L.E. es un buen juego base, especialmente si eres de los que disfrutan los retos en solitario y los juegos de supervivencia tipo «puzzle». Pero si lo que buscas es una experiencia que te sorprenda partida tras partida y que te obligue a variar mucho tus estrategias, creo que la expansión de los escenarios es casi obligatoria para sacarle todo el jugo. Sin ella, es como si te quedaras con la miel en los labios.
¿Qué os parece a vosotros? ¿Habéis jugado a A.D.E.L.E.? ¿Compartís mi opinión sobre la falta de profundidad sin la expansión o la claridad del manual? ¡Me encantaría saber vuestros puntos de vista!